Capitulo 20

Yyyyy ultimo, bueno espero que hayan disfrutado de la maraton y la proxima vez para que sea mas organizado coordinare una hora exacta :)


-Segura que no quieres que me quede Mar-. Le pregunto Thiago detrás de ella persistentemente por cuarta vez consecutiva. 
-Thiago en serio anda, tengo cosas que hacer y tenerte conmigo es una distracción-. Le dijo encarándolo para después esquivarlo y dirigirse a la cocina.
-Pero no te quiero dejar sola Mar-. Le dijo siguiéndola con un puchero en la cara.
-Pero eres el líder Thiago y tienes que ir con ellos-. Dijo Mar sacando su carta bajo la manga.
Thiago entrecerró los ojos sabiendo que tenía razón por mucho que lo odiara y tenia obligaciones que cumplir.
-Ese es un golpe bajo-. Le siseo Thiago
Mar sonrió y se mordió el labio insinuando un que hambre. Thiago movió la cabeza resignado y se fue hacia donde los chicos lo esperaban para proseguir con su función. Cuando Mar escucho las pisadas a lo lejos y os vio por la ventana para asegurarse que no entrarían, dio un respiro de alivio.
-Dios a veces Thiago es más denso…-. Dijo Mar para si misma mientras sacaba las velas aromáticas.-. Muy bien manos a la obra.
Comenzó a apilar las velas a modo de camino y lo demás lo dejo para la sorpresa de los chicos al entrar y la de ustedes. 
Mar estaba terminando de dar los últimos toques mientras se calmaba los nervios cuando escucho unos ruidos de afuera y se puso en plan alerta. Se agacho y gateo hasta l ventana para ver el origen de ese ruido pero no encontró nada más que el hermoso paisaje de el claro bañado en luces azuladas que le daban un aspecto mágico. Respiro profundamente para tranquilizarse y se fue hasta su cama que desde hace dos semanas compartía con Thiago desde que lo había tranquilizado. Al parecer a ambos dormir juntos les daba calma y Thiago necesitaba el aguante.
Miro el techo y comenzó a pensar en Alma, el potrillo hijo de su yegua negra Scheherazade, quien el otro día la había acompañado junto a la madre a recolectar unas hierbas medicinales para su suministro de recetas caseras que había estado muy baja debido a un resfriado masivo que les había pescado a la mayoría y claramente Mar como la “doctora” del grupo se encargo de cada uno de ellos, hasta de Thiago que fue el último en resfriarse después de haber sido su ayudante durante todos los procesos de catarro de cada uno de los enfermos.
Todavía recordaba el segundo día en que ella se quedo cuidándolo.
Flashback:
La casa estaba en silencio porque los chicos sin Thiago se fueron a pasear por ahí pues su pelado amigo estaba mal. Thiago estaba medio dormido y Mar estaba preparando un te de eucalipto para él. Todo estaba tan pacifico lo que era raro después de todos los catarros que había curado, realmente en esta ocasión apreciaba el silencio pues estaba un poco cansada.
-MAAAAR-. Se escucho la voz de un Thiago congestionado.
-Tan cerca-. Dijo para si misma mientras se paraba y se dirigía hacia donde estaba el morocho.-. Dime Pela
-Me siento mal-. Dijo tiritando con una voz nasal-Creo que tengo fiebre.
-A ver déjame ver-. Dijo mientras se acercaba para tocarle la frente con los labios-. Humm si es posible. Voy a traer un paño con algodón para enfriarte un poco.
-No no te vayas-. Le dijo Thiago que estaba un poco revolucionado por la temperatura y por haber sentido los labios de Mar en su frente, la jalo haciendo que se cayera sobre su pecho y la encerró con sus brazos-. Te quedas conmigo.
-Pero te tengo que bajar la temperatura-. Le reprocho sin darse cuenta de donde estaba ubicada
-Qué pena, quiero que me abraces-. Dijo caprichoso a lo que Mar le abrazo para que la dejara libre.-. Me gustan tus abrazos-. Dijo mientras se quedaba dormido y Mar aprovecho para escabullirse y traer esos paños de alcohol.
Fin Flashback
En el momento no sintió nada raro pero ahora que se ponía a analizar todo, se ponía sumamente nerviosa al solo recordarlo. Pero no sabía por qué. Solo sabía que cada vez que pensaba en la cercanía de sus cuerpos unas mariposas flotaban en su estomago. Pero de nuevo no tenía ni idea que significaba eso.
Nunca antes había sentido algo así, era nuevo y se sentía…divertido y bien pero no sabía que era. Tal vez debería preguntarle a Tefi o a Kika para que le aclaren el revoltijo que era su cabeza en ese momento, pero por el momento no estaban así que repaso mentalmente lo que sentía con Thiago:
Primero: Cada vez que le hablaba sentía como si sus mejillas estuvieran a punto de ebullición y si se las tocaba estaban hirviendo y eran rojas.
Segundo: Cuando Thiago la miraba con sus ojos verdes que cambiaban de color de acuerdo a su estado de ánimo sentía como si solo estuvieran ellos dos y una gran felicidad surgía en ella.
Tercero: Cuando Thiago la abrazaba sentía sus rodillas flaquear y las ganas de corresponderle el abrazo eran casi inmediatas
Eran infinitas las cosas que sentía cuando Thiago estaba de por medio pero cuando las juntaba no sabía que significaba. Definitivamente no sentía lo mismo cuando Tacho o Luca la miraban o le hablaban y mucho menos cuando la abrazaban esto era… distinto.
Movió la cabeza negando cualquier tipo de pensamiento que tuviera que ver con Thiago, quien a decir verdad la estaba enroscando demasiado, y se paro cuando escucho a los chicos hablar afuera.
Se dirigió a su puesto y espero a que abrieran la puerta. La emoción era como un volcán en erupción en su estomago. Realmente quería que por fin los chicos pudieran recuperar su alegría de siempre pero si había algo o más bien alguien a quien realmente quería impresionar era a Thiago.
“Genial algo mas para la lista” pensó sarcásticamente Mar.
Los chicos abrieron la puerta después de haberlos escuchado hablar afuera y cuando entraron se quedaron boquiabiertos.
-Sorpresa chicos -. Dijo Mar sonriendo a más no poder.