domingo, 24 de marzo de 2013

Capitulo 16

Descanse en el sillón mientras Feli exaltada y muy nerviosa comenzaba a limpiarme las heridas. Tocó suavemente mi mejilla con un algodón con un ungüento verde, y yo gemí de dolor por el contacto, al parecer todavía estaba muy sensible.
-Ay solcito, vas a tener unos feos hematomas-. Dijo y abrí mis ojos y vi los suyos llenos de preocupación y ansiedad.
Le sonreí suavemente pero me dolía demasiado e inmediatamente relaje mi cara
-Tranqui Feli que ya no se van a notar además me voy a poner base y quedo bien-. Dije
-No piensas denunciar o algo? Mira que estas en todo tu derecho
-No-. Dije completamente aterrada ante la sola idea de decirle a la cana lo que paso en mi laboratorio-. Qué pasa si después no lo atrapan y si intenta vengar o peor que pasa si usa a Bruno y le hace algo! No lo soportaría 
Comencé a hiperventilar por la ansiedad e histeria que me causaba en pensar que algo malo le podía pasar a mi hijo. Muchos pensaran que lo correcto sería declarar el asalto pero tenía un miedo terrible, que pasaba si algo salía mal y me marcaba de por vida con su venganza.
-Pero Mar si no lo haces seguirá rondando libre por ahí!-. Dijo tratando vanamente de convencerme.
-Feli en serio por favor no insistas que estoy muy cansada y adolorida, solo te pido que guardes el secreto por favor. Solo eso te pido ¿si?-. Sonreí falsamente-. Ves estoy bien.
Por su mirada supe que no me había creído ni la mitad de lo que dije pero que lo haría y eso era un alivio para mí. 
Ya más tarde Feli se fue a su casa y yo me quede con Bruno en mi casa. El estaba dormido y yo me estaba peinando mientras me veía en el espejo y estudia cada hematoma que tenia. Había uno en mi ojo que supe que no se borraría al día siguiente, también tenía morados alrededor de mi cuello, debajo de una costilla que gracias a Dios no se me rompió. Mi labio estaba con heridas ya cicatrizadas por Feli y finalmente lo que más me dolía era mi pierna que fue lo que más me pateo.
Todo estaba en un silencio que era pura paz para mí pero en un momento sonó un ruido de afuera de mi ventana y yo me sobresalte.
Cuando me di cuenta que tan solo eran unas ramas raspando el vidrio de la ventana lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos por el pánico que sentí repentinamente. Definitivamente estaría viviendo en un miedo por el resto de mi vida si no hacia algo para pararlo.
Me eche pensando en cómo me encantaría estar entre los brazos de una persona y sentirme protegida y resguardada por él. Comenzó a soñar un poco en cómo podría ser la escena y levante mi cabeza para ver esos ojos que me quitaban el suspiro y vi a Thiago. 
Me levante de sopetón, mala idea porque mi cuerpo me comenzó a doler, y borré esa imagen de mi cabeza pero no pude olvidarme el sentimiento que tuve al imaginarme entre los brazos de Thiago. Fue un sentimiento de paz que no había sentido en meses, realmente extrañaba mucho a Thiago y me había comportado como una estúpida resentida en la cita doble con Vale.
Me imagine de nuevo entre sus brazos perfectamente formados y bronceados pero volví a la realidad en donde no lo tenía y estaba sola en mi cuarto con miedo de cada ruido.
No podía seguir así toda mi vida, no soportaría vivir atada por mis propios miedos por lo que tuve una buenísima idea que comenzaría al día siguiente.


Me desperté y saque la guía telefónica de mi mesita de noche. Cogí el teléfono y me puse a buscar en la guía en la letra “A”. Estuve cinco minutos encontrando el que mejor me parecía hasta que lo encontré “Academia de Artes Marciales de Luca Franchini”.
Marque el número y sonó dos veces hasta que contestaron.
-Si?
-Esta es la Academia de Luca?
-Si con él al habla
-Si mire quería hablar con usted porque quería aprender a defenderme y quería saber si me podía enseñar-. Pregunte nerviosa
-Oh por supuesto, y clases a domicilio o clases en el local?-. Parecía emocionado
- Podría ser a domicilio?-. Pregunte aliviada por no tener que salir de mi casa.
-Si por supuesto, cuando quiere comenzar?
-Podría ser mañana que creo hoy no voy a poder.- Dije porque me dolía demasiado el cuerpo pero tenía que comenzar desde ya y hasta me tragaría mi dolor solo por sentirme segura junto con Bruno.
-Si no hay problema solo deme su dirección y nombre.
Le di todas las indicaciones y mi nombre y después colgué sintiéndome mejor y más tranquila. Revise a Bruno que seguía dormido y le acaricie la pancita que estaba tibia.
Era sábado por lo que hoy no era obligatorio ir a trabajar y me quede a descansar y hacer mi papel de madre.
Estaba a punto de dormirme mientras veía un poco de televisión junto a un pote de helado cuando Bruno comenzó a llorar reclamándome. Lo cargue y sus ojitos verdes mirándome haciendo un puchero.
Sonreí y le di de lactar.
Y mi día termino cuando después de darle la comida final del día lo acosté en la cunita contigua a mi cama y me quede dormida.


Me desperté muy temprano porque me dormí el día anterior a las ocho de la noche y comencé mi día arreglándome para mi clase de artes marciales. Los morados seguían…bueno morados. Así que me puse base para cubrirlos. Todavía me dolía, pero no tanto como los días anteriores.
Mire la carita durmiente de Bruno y un recuerdo paso por mi mente.
Flashback:
Estaba esperando a Thiago en mi departamento mientras veía un poco de Titanic y estaba llorando como nunca.
-No Jack! no lo hagas-.Grite donde saltitos en el sofá.
Se escucho un sonido de llaves.
-Que hacemos?-. Dijo conteniendo la risa al verme con el pelo todo desordenado, el maquillaje corrido y saltando de desesperación en el sofá.
Salte sobre el aferrándome con mis piernas de sus caderas y dándole besitos por toda su cara.
-Prométeme que no me dejaras por no hacerme daño ¿si?-. Le pregunte con lagrimas aun cayéndome por la cara.
Se rio y me secó las lagrimas suavemente con sus manos, su tacto era tan suave con el de una pluma.
-Está bien te lo prometo-. Levanto la mano derecha en signo de promesa mientras con la otra me agarraba de la cintura para que no me cayera de su cintura-. pero tú también prométeme algo.
-Lo que quieras-. Le dije besando su nariz.
-Deja de ver Titanic!-. Dijo desesperado y fingiendo enojo.
Me reí y me baje de un salto de él, le di un pico.
-Nunca!-. Le grite mientras que corría a mi cuarto como una niña a la que acaban de descubrir una travesura.
Fin Flashback
El timbre sonó sacándome de mi trance y corrí( como pude) a abrir la puerta.
-Hola, eres Marianella?-. Dijo un chico 
-Si si soy yo, pero dime Mar-. Le dije y me moví a un lado-. Pasa
Paso por la puerta, y entro a la sala donde yo había movido todos los sillones dejando un gran espacio para hacer los ejercicios.
-Uh perfecto hay espacio-. Dijo y me miro sonriendo y después frunció el ceño y yo lo mire confundida-. No me engañas con ese maquillaje Mar
Yo me crispe y abrí mis ojos mas grande de lo que ya estaban.
-Eh, eh, no sé qué decirte.
-Alguien te ha golpeado?-. Dijo Luca acercándose y mirando fijamente a mi ojo-. Tu pareja te ha golpeado…
-Qué? Oh no no es eso estoy soltera pero si-. Suspire al menos si tenía la cortesía de venir hasta acá tendría que contarle el porqué había comenzado a aprender defensa propia.
-Si ¿qué?-. Aflojo el rostro-. Perdón no me debería meter en tus asuntos.
-No, no te preocupes, es solo que si al menos vas a enseñarme deberías saber porque-. Le dije-. Estaba trabajando sola en mi oficina cuando entraron a asaltarme y me golpearon para sacar información pero no les dije nada.
Se quedo atónito y sin palabras.
Me borre el maquillaje de la cara suavemente.
Y abrió la boca.
-Entonces supongo que quieres aprender defensa propia ¿no?
Asentí.
-Bueno comenzaremos con los movimientos mas básicos primero comienzas así….
Y así fue mi primera clase con Luca Franchini quien rápidamente se gano mi confianza y se hizo amigo mío.


Mil Perdones chicas!"!!!!!! 

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